Flores en la pintura (CXCIII) : Comencemos el día con un buen desayuno
De todas las comidas que hago al día, el desayuno es mi favorita y al ver este cuadro de Zinaida Serebriakova en el que dibuja a sus hijos desayunando, pensé que era una buena oportunidad el dedicar esta entrada a este tema.
Una mesa, un café y una decisión. Eso es todo lo que hace falta para ser feliz.
Una novela sobre el amor, el tiempo perdido y las oportunidades que están por llegar.
Un rumor circula por Tokio... Oculta en uno de sus callejones hay una pequeña cafetería que merece la pena visitar no solo por su excelente café, sino también porque, si eliges bien la silla donde sentarte, puedes regresar al pasado. Pero como incluso lo increíble está sujeto a limitaciones, no podrás salir de la cafetería mientras dure el viaje, volverás cuando el café se enfríe y, hagas lo que hagas, el presente no cambiará.
A través de las emocionantes historias de cuatro clientes que se atreven a embarcarse en esta aventura por motivos diferentes, Antes de que se enfríe el café nosofrece un relato atemporal sobre el amor, las oportunidades perdidas y la esperanza de un futuro que siempre está por llegar.
Violeta registra en su diario una pequeña colección de desayunos: volátil, frío, a toda velocidad, carmesí, tropical o musical. ¿Desayunamos?
Hay tantos desayunos como días del año. Cada desayuno tiene un gusto especial y le corresponde un determinado estado de ánimo. Alicia Bululú ha creado un inventario de desayunos en forma de poemas que ahora presenta con la esperanza de que puedan romper la monotonía matutina de sus lectores y de sus lectoras y de que sean acicate para que en adelante estos lectores y estas lectoras los vivan con mayor conciencia y disfrute en su paladar. Porque no es lo mismo beber un vaso de leche bajo un almendro en flor que beber ese vaso de leche a toda velocidad ya que, si no, perderás el autobús. La protagonista de este libro es una niña, Violeta, y mientras leemos en voz alta los poemas que, con rimas musicales e imágenes sobrecogedoras describen sus despertares, en las imágenes vemos cómo es la familia de esta niña, qué personajes entran y salen de su vida, qué es lo que la preocupa y qué lo que la hace feliz. Las fascinantes ilustraciones de Raquel Catalina le otorgan al libro una secuencia narrativa y animan cada mañana y cada personaje con una vitalidad inagotable.
"Todas las mañanas antes de irse
al trabajo, la madre de Violeta,
mientras su hija aún duerme, le
deja un beso sobre la almohada.
Un beso azul en los días soleados,
más azul todavía en los días
nublados y siempre, siempre, un
beso azucarado para endulzarle
el desayuno"
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