Lecturas (CLXVI) : Pasión por el coleccionismo (XXV) : La Biblioteca de Lilliput
Ordenando la librería de mi dormitorio volví a disfrutar de estos pequeños tesoros miniaturas escritos sobre papel de seda y encuadernados en piel de Editorial Aguilar.
Puede parecer absurdo que se publiquen libros con un tamaño tan reducido que leerlos se convierte en un ejercicio incómodo y, en ocasiones, imposible. Pero como el ser humano siempre ha querido realizar réplicas pequeñas de su entorno, son muchos los editores que se han dejado seducir por el encanto del formato diminuto. Su delicadeza y la dificultad en su realización hacen que estas pequeñas obras tengan un valor y un poder de atracción inversamente proporcional a su tamaño.
Se cataloga de «libros en miniatura» aquellos volúmenes que no sobrepasan los 75 mm de alto. Aunque esta descripción cambia según los países. Así, en Europa y en gran parte de Hispanoamérica suelen aceptarse bajo esta denominación incluso las ediciones que alcanzan los 100 milímetros referidos a la mancha impresa; mientras que en los Estados Unidos, donde se encuentra la principal sociedad internacional de editores, coleccionistas y autores de mini libros (Miniature Book Society), sólo admiten como miniatura los que no sobrepasan los 75 milímetros referidos a su encuadernación.
Los libros en miniatura han existido siempre. Plinio, en su Tratado de Historia, menciona la existencia de un manuscrito de La Iliada que cabía en una cáscara de nuez. Y son numerosos los ejemplares de tabletas de arcilla sumerias que no superan los 40 milímetros de tamaño. Igual que “los libros amuleto”, tan populares en las civilizaciones egipcia y etíope. O los “codicillus” (pequeños manuscritos) y “pugillare” (tablas de madera recubiertas de cera que se usaban en la antigua Roma como soporte para escribir), sustantivo latino derivado de “pugillus”, que a su vez es el diminutivo de “pugnus” (puño o mano cerrada), cuya etimología enfatiza que es de un tamaño tan diminuto que puede guardarse en la palma de la mano.
Seguí ordenando y me encontré con esta exposición que no recordaba "Mil libros en miniatura desde el S. XVI a nuestros días" que estuvo expuesta en al Biblioteca Regional de CLM en marzo de 2007
Ahí si que había verdaderos tesoros






































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