Lecturas (CXVIII) : Mujer Taruk, mucho más que palabras
Lo que dice la autora
No escogí la palabra “Taruk” por motivos racionales, Taruk me eligió a mí hace unos años, cuando estaba meditando y me asaltó a la mente una frase cuyo significado desconocía -Taruk luar na má sulé-. Creo que quiere decir algo así como: la mujer Taruk hace magia con sus alas. Porque la mujer Taruk es como un águila que otea el horizonte, tiene una visión clara y aguda, lleva el mapa de las estrellas grabado en la sangre y siempre sabe dónde está el norte, a qué huele el viento. La mujer Taruk es la que cuida con ternura de los suyos, limpia las plumas de sus retoños y es fiel hasta el final de los tiempos, pero también es la que saca las garras cuando toca, la que afila su pico cuando necesita un poco de espacio para ella, un poco de sitio. Muchas de nosotras nacimos con la dignidad y la sabiduría del águila, intuíamos los próximos pasos, disfrutábamos de nuestros vuelos, éramos silvestres y exigíamos libertad. Sin embargo, los años de estudio y domesticación nos fueron limando las uñas. Las alas se nos fueron acortando, como a los pájaros que pasan su vida en una jaula y jamás huelen el hinojo ni ven una cascada desde arriba. El puntiagudo y hermoso pico dio lugar a unos labios siempre sonrientes, siempre serviciales. Y nos perdimos, amiga, nos perdimos. Por eso ha llegado el momento de reencontrarnos, de que afloren las plumas de nuestra piel, de permitir que la mujer Taruk nos tome el cuerpo de nuevo.
Mujer Taruk es mi propuesta. La idea es generar nuevos contenidos para que tú, mujer que busca, puedas sentarte despacito junto al ordenador, con una taza de infusión caliente, mientras las alas te salen enormes de la espalda. Todas necesitamos inspiración en determinados momentos, hay mucho que sanar debajo del ombligo. Yo estoy en ello, y quiero regalarte reflexiones, poemas, cantos medicina, meditaciones guiadas y dibujos. Utilizaré, para ello, materias primas y puras, como el pellejo, la sangre, el corazón, la voz de adentro, las garras… A veces iré muuuy lenta y las palabras saldrán de a poco, y a veces iré tan deprisa que casi no me entenderás, y las letras se me agolparán todas juntitas en las manos, deseosas de salir a la luz. Pero seguiremos caminando juntas, te juro, en las estaciones y los días.
Existen muchos tipos de mujeres, hay mujeres agua, mujeres raíz, mujeres fuego y mujeres pájaro. Cada una vinimos al mundo por un motivo diferente, ¡la tierra necesita sembrar tantas cosas! Yo he ido cambiando a lo largo de los años, cada mes experimento las mil caras y los cien nombres, pero es cierto que… hay una cualidad que persiste, un sonido de aire que me entra por los oídos y me hace volar lejos, traspasar las propias fronteras de mi cuerpo, caminar por entre las nubes y experimentar el vacío. Por eso me gusta decir que soy una mujer pájaro, de ahí mi amor por los gorriones, las águilas y los mirlos. Gracias a mis plumas, he conseguido pintar cuadros en momentos de angustia, cantarle a los días grises y escribir versos cuando todo a mi alrededor era auténtica prosa. Para mí lo más importante es pasar bajo los árboles y que estén verdes y que el sol brille y las hojas permanezcan en calma.
Referencia de la editorial
https://editorialkutumpam.com/mujer-taruk-medicina-para-la-mujer/
Isabel y yo te deseamos el mejor de los éxitos, eso significaría que tus recetas puedan expandirse para ayudar a mejorar esas incertidumbres que a lo largo de la vida se nos vienen encima.
ResponderEliminarEnhorabuena Nuria y un afectuoso saludo.
Muchas gracias, Isabel y Javier, en nombre de Nuria y mío.
ResponderEliminarLa Mujer de las Diamelas.
Enhorabuena M Angeles y enhorabuena a tu hija. Seguro que es una preciosidad. Habrá que organizar una firma de ejemplares en el HNP!! Un abrazo!!
ResponderEliminarMuchas gracias, por tu empatía, Cristina.
EliminarIremos viendo cómo y cuándo hace una presentación en diversos escenarios.
La Mujer de las Diamelas.