Lecturas (XLVI) : El jardín del Prado (II)



Aunque ya le había dedicado una entrada en "Vivir entre Flores" a este libro

https://vivirentreflores.wordpress.com/2020/02/14/el-jardin-del-prado/

Hoy lo traigo de nuevo aquí ya que estoy disfrutando de su lectura en ebook. Me descubre un Prólogo que comparto, podíamos decir, en su totalidad.

En el barrio de mi infancia me gustaba clasificar las terrazas y balcones que colgaban a la calle entre los que tenían plantas y los que no. Pensaba que aquellas casas en las que había flores estarían habitadas por personas con las que podría conectar más fácilmente. La culpable de esta mirada hacia las plantas era mi madre. Cuando íbamos a hacer la compra al mercado a veces nos encontrábamos algún tesoro desgarrado de las alturas. Eran pequeños trozos de plantas que caían de sus macetas. Me fijaba en los tallos que asomaban fuera de los barrotes de las barandillas, en las plantas extrañas con nombres desconocidos. Y sabía quién era la vecina que solía romper alguna rama del geranio al quitarle las hojas secas. Y ese mismo geranio ya crecía en la terraza de nuestra casa. Porque mi madre era una persona que, a mis ojos de niño, era capaz de crear vida también con sus propias manos.Una rama tirada al suelo se convertía unas semanas después  en una nueva planta. Y, cuando florecía, la sorpresa cerraba un círculo de admiración en mis ojos bien abiertos. Era imposible no caer rendido ante el sencillo embrujo del ciclo de la vida atrapado en una pequeña maceta de terracota bajo el sol. Cada nueva yema, cada nuevo brote eran una conquista de la curiosidad de un niño que anhelaba seguir descubriendo formas y colores distintos en unos seres vivos que devolvían tanto a cambio de tan poco. Los contornos de las hojas, las tonalidades de las flores, la manera de terminar las plantas de expresar su personalidad, tan diferentes unas de otras, todo formaba parte de la diversión. Bajar a la calle para jugar al balón prisionero con los vecinos del barrio o para encontrar una nueva planta sobre la acera eran momentos de un disfrute equiparable”.

Dientes de león, gardenias, limoneros, girasoles, dragos o violetas; el Museo del Prado está lleno de flores, plantas y jardines, solo hay que prestar atención a las obras de arte de los grandes maestros, tal y como ha hecho el autor del libro El Jardín del PradoEduardo Barba Gómez. Jardinero y paisajista, el autor del libro, nos ofrece docenas de especies inmersas en un relato de identidad, de memoria y de tiempo, desde una narración en primera persona cargada también de una mirada muy personal. Su pasión por el reino vegetal y por el arte se unen en los capítulos dedicados a cada una de las especies que ha encontrado en los detalles de las pinturas.

https://www.revistaad.es/arte/articulos/jardin-prado-libro-para-descubrir-plantas-obras-arte/25177

https://www.elblogdelatabla.com/2020/02/el-jardin-del-prado-paseo-botanico-eduardo-barba-obras-grandes-maestros.html

https://www.elblogdelatabla.com/2019/03/jardinero-plantas-coleccion-museo-prado.html

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