Viajando desde casa (XVI) : Toledo (VII) : La Puebla de Montalbán (II)

En "Creciendo entre Flores" ya había dedicado una entrada a la Iglesia de San Miguel el Alto (Toledo) a propósito de un dibujo de mi amigo Vidal Arredondo

https://creciendoentreflores.wordpress.com/tag/san-miguel-el-alto-toledo/

Hoy viajamos a La Puebla de Montalbán también a propósito de otro dibujo que me ha aportado Vidal y de haber tratado el tema de la fiebre atlántica.

https://creciendoentreflores.wordpress.com/2020/05/05/otra-epidemia-que-muchos-desconocemos/

Hospital de la Caridad que alberga el Cristo de la Caridad. La Puebla de Montalbán

Fundado en 1532 por D. Juan Pacheco. Situada en el centro de la población, se accede por un portalón central adintelado sobre el que se yergue una espadaña, a un patio empedrado de planta irregular. Al fondo de ese patio se encuentra la ermita del Cristo.
Este Hospital estuvo funcionando hasta 1884. La Cofradía de la Caridad, que ya existía en 1563, tenía a su cuidado y administración el Hospital, que en aquella época disponía de 6 camas y era atendido por un médico y un enfermero.
 Como ermita alberga al Cristo de La Caridad, Santo Patrono de la Villa desde 1598, cuando cesa la epidemia de peste bubónica en julio de aquel año (Ver Cristo). La capilla donde se venera el Cristo de la Caridad está formada por dos naves en ángulo recto.
El retablo del altar mayor es un notable monumento barroco. Más pequeño pero del mismo estilo son otros dos altares laterales. El edificio es todo él de ladrillo y está rematado por un precioso cimborrio en el ángulo donde confluyen las dos naves.
Este Hospital estuvo funcionando hasta 1884. La Cofradía de la Caridad, que ya existía en 1563, tenía a su cuidado y administración el Hospital, que en aquella época disponía de 6 camas y era atendido por un médico y un enfermero.
Como ermita alberga al Cristo de La Caridad, Santo Patrono de la Villa desde 1598, cuando cesa la epidemia de peste bubónica en julio de aquel año (Ver Cristo). La capilla donde se venera el Cristo de la Caridad está formada por dos naves en ángulo recto.
El retablo del altar mayor es un notable monumento barroco. Más pequeño pero del mismo estilo son otros dos altares laterales. El edificio es todo él de ladrillo y está rematado por un precioso cimborrio en el ángulo donde confluyen las dos naves.

La peste atlántica estallaría en 1598 y obligaría a clausurar la ciudad. Juan de Arcayos nos informa de que la infección golpeó con especial virulencia La Puebla de Montalbán, convirtiéndose así el núcleo comarcal de la epidemia a controlar desde Toledo: «En este año, desde el mes de mayo pasado, de mediado, se empezó a guardar esta cibdad con gran seguridad del mal de la peste que estaba y está en la villa de La Puebla de Montalbán, adonde ha muerto y muere mucho número de personas. Y de tal suerte se guardó, que a ninguna persona, aunque fuese grande, se dejó entrar en esta çibdad sin averiguar primero muy bien del lugar donde venían. Y a los principios del mes de junio se cerró la Puerta del Cambrón para que no entrase nadie por ella. Y la Puerta Nueva de antes estaba cerrada, las puentes y Puerta de Bisagra. Hubo siempre caballeros y regidores y jurados. Y a todos los vecinos desta çibdad que querían salir al campo, así hombres como mujeres, les daban a la puerta una póliza para que por ella pudiesen entrar, puesto en ella el día que salió. Las varcas y varcos se barrenaron y en el camino de Lázaro Buey se pusieron guardas para ver la gente que venía. Y junto a Santa Susana se hiço una cárcel para los que venían de lugar contagioso para que no pudiesen entrar en esta çibdad. Y a la Puerta de Sant Lázaro se hiço una pared de dos tapias en alto, con su puerta, y allí con sus guardas». Certificados de movilidad, cédulas de sanidad y control de entradas y salidas condicionarían por semanas la cotidianidad de los toledanos. Como se ve, el ayuntamiento trató de garantizar los abastos y creó espacios de seguridad similares a nuestros actuales hospitales de campaña donde poder guardar cuarentenas obligatorias.


Dibujo a lápiz de Vidal Arredondo. Abril 2020

En el mismo, al igual que en la imagen de la foto, podemos ver un destacado olivo en primer plano y unas aspidistras al fondo, planta apropiada para patios y porches sombreados. Hay alguna otra planta que no alcanzo a distinguir, tal vez una monstera deliciosa.

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