Diarios y cuadernos (III) : Esos tesoros que encierran toda una vida
A pesar de que en "Creciendo entre Flores" dediqué una amplia entrada a los diarios, hoy vuelvo a interesarme por ellos a raíz de que Francesca me haya hecho llegar algunos cuadernos suyos. Para ella, como para mí, las papelerías son una de nuestras tiendas favoritas junto a las mercerías.
Esto es lo que escribí entonces y lo copio porque estas reflexiones siguen teniendo vigencia
Desde pequeña debí de dibujar y escribir aunque nada de lo que hice se guardó. Creo recordar que el primer diario lo empecé a los 15 años coincidiendo con la época en la que me empezó a gustar un chico. No era un diario propiamente dicho sino un cuaderno donde iba reflejando sensaciones, pensamientos, reflexiones. Hubo una etapa en la que pasé de escribir diarios a escribir poemas. No recuerdo haber escrito más hasta que hace unos trece años comencé a escribir en prosa asiduamente y siempre llevo un cuaderno/diario conmigo cuando viajo junto con las agendas para secar flores.
Con el tiempo, muchos hemos perdido esa costumbre tan bonita de hacer diarios. Terminan siendo cuadernos muy personales llenos de escritos, dibujos, fechas, entradas de cine, museos o azucarillos, hojas… objetos muy diversos que evocan momentos.
Otros sin embargo, no han perdido esta afición y recogen en cada viaje o experiencia anécdotas guardadas en esos cuadernos. El blog es también un diario para muchos.
Me identifico en la actualidad con esta imagen que también me hizo llegar Francesca
Algunas de mis libretas diarios
A muchas de ellas ya les dediqué en su día una entrada debido a que fueron regalos muy personales y especiales. Otras, sin embargo, las he comprado yo.
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